¿Qué hacer con unos padres que te rechazan por ser homosexual? Y qué hago con mis padres, ¿se lo digo? ¿Les digo que soy homosexual?
¿Qué hacer con unos padres que te rechazan por ser homosexual? (post 6)
Es algo que al principio no entiendes, en realidad no sabes lo que pasa, únicamente percibes que algo no está bien. Cuando terminas comprendiendo no lo acabas de creer. Yo no me lo creía, pensaba que tenía algún tipo de tara y que era normal que no me quisieran. Claro que en alguna ocasión me dijeron con palabras que me querían, pero el cien por cien de los casos me lo negaban tanto sus acciones como sus gestos. El sesenta y cinco por ciento de nuestra comunicación es no verbal.
Por motivos diferentes al tema que estamos tratando no podía marcharme de casa tan fácilmente. Hasta que no cumplí veinticinco años no pude ser independiente. Cuando lo conseguí, aun sabiendo que en la casa de mis padres no iba a sufrir más que humillaciones, no sé por qué pensaba que tenía la obligación de visitarlos, aunque cuando regresaba a mi propia casa solía tardar unos días en recuperar mi estado de ánimo.
No quería volver a un lugar dónde no sólo no me respetaban, sino que me herían. Después de tanto tiempo, y de tantas y tantas reflexiones, aún me sentía culpable porque deseaba alejarme de ellos. No sé en qué libro leí que hay personas cuya naturaleza es como la del fuego. La naturaleza del fuego es quemar, si acercas tu mano a él, seguro que la quemará y no estará haciendo nada malo sino lo que le dicta su naturaleza. Finalmente concluí que mis padres actuaban conmigo como el fuego y que, si me acercaba a ellos, de nuevo acabarían quemándome. Aunque mitigué mis sentimientos de culpabilidad en aquel momento, tarde mucho tiempo en decidir no volver a pisar por su casa.
Creo que admitir que tus padres no te quieren, es algo terrible. Sobre todo, a las edades en las que empiezas a despertar a la vida. No sabes realmente qué sucede, pero sin duda adviertes que algo va MUY MAL.
En realidad, cuando uno descubre que sus padres le rechazan por ser homosexual, no debería mendigar su amor; debería alejarse y encontrar un lugar donde sí lo quisieran. Pero cómo puedes pedir a un adolescente o a un joven sin recursos lanzarse al mundo, a vagar por las calles sin saber dónde vivir y lo que puede o no puede hacer para mantenerse con vida.
Yo nunca supe lo que hacer, por esa razón soy incapaz de dar ningún consejo. Sólo de adulto me di cuenta que no quería para nada unos padres como aquellos, que menoscabaron mi autoestima, mi amor propio y la confianza en mí mismo. El único consejo que puedo dar, en caso de tener unos padres así, es el de protegerte de ellos impidiendo que puedan herirte, que trabajes en cuanto te sea posible, para ser autosuficiente y poder alejarte de su influencia.
Si no comprenden porque te rechazan, por falta de capacidad para entender los argumentos con los que he iniciado este apartado, es inútil que trates de cambiarlos, ya que se regirán por sus instintos más básicos, que les impedirán cualquier tipo de razonamiento.
¿Para qué quiero unos padres así?
Naturalmente, si tus padres no son del modo en el que he descrito, no necesitarás defenderte de ellos sino participar de su amor, correspondiendo en la misma medida con sus atenciones y cuidando de ellos del mismo modo que cuidaron o cuidan de ti. Ojalá yo hubiera experimentado lo que es eso.
Y qué hago con mis padres, ¿se lo digo? ¿Les digo que soy homosexual?
Depende de cómo sean tus padres. De lo que confíes en ellos. Aunque ellos puedan imaginarlo, hasta que tú no se lo confirmes, solamente lo supondrán. Yo nunca se lo dije; aunque sé que lo sabían. Para mí hubiera sido mucho peor. En consecuencia, yo no soy quién para decir lo que tienes o no tienes que hacer. Creo que una de las cosas en las que consiste convertirse en adulto está en el hecho de tener que tomar decisiones por uno mismo y, a veces, equivocarnos. Equivocarse es normal, así que por eso no debemos preocuparnos demasiado. Y cómo he dicho anteriormente la fidelidad principal está hacia nosotros mismos, hacia nuestra conciencia personal.
Personalmente, no creo en los sacrificios aislados por ningún tipo de causa. Si sabes que tus padres te van a condenar o rechazar, espera al menos a ser fuerte mentalmente o a tener los apoyos suficientes para no quedarte tirado en la calle, si no puedes soportar su presión.
Mi consejo es que, si vas a decírselo a tus padres, no te encuentres en ese momento socialmente solo. Estate en contacto con algún amigo de verdad o contacta con la alguna asociación que pueda orientarte en cuanto a cómo superar las reacciones imprevistas que irremediablemente se producirán, por muy liberales que tus padres te parezcan. Hay quienes piensan que no es algo que se deba decir con palabras, que uno debe limitarse a ser como es y que tus actuaciones serán las que convertirán en evidencia lo que seguramente ya es casi una certeza.
Por otra parte, el hecho de ser padre no es garantía de nada para con los hijos. Habrá buenos padres en las buenas personas, malos padres en las malas y, entre medio de esos dos extremos, una enorme escala de grises. Además, la creencia de que la madre te va a entender mejor debido a su sensibilidad por ser mujer, es un tópico como muchos otros. Su reacción puede ser tan agresiva psicológicamente como lo pueda ser la del padre. Es posible que lo sepa mucho antes que tu padre, pero eso no hará que lo acepte por el solo hecho de que seas su hijo. En consecuencia, deberás forzarte a ser adulto y tomar tu propia decisión.
Nota: Hay un post anterior que explica por qué les resulta dificil a algunos padres aceptar que su hijo es homosexual. Se titula (Ser Gay. La dificultad para que lo acepten algunos padres)
Fragmento del libro "Dejé unas notas para ti".
Nota del autor. Aunque el libro está editado iré publicando aquí algunos de sus capítulos, como este, por si a alguna persona que no puede comprar el libro le puede servir.
www.escritorvalentinmartinezcarbajo.com
Puedes leer 6 poemas del libro de poesía homoerótica del autor pinchando aquí.
Es algo que al principio no entiendes, en realidad no sabes lo que pasa, únicamente percibes que algo no está bien. Cuando terminas comprendiendo no lo acabas de creer. Yo no me lo creía, pensaba que tenía algún tipo de tara y que era normal que no me quisieran. Claro que en alguna ocasión me dijeron con palabras que me querían, pero el cien por cien de los casos me lo negaban tanto sus acciones como sus gestos. El sesenta y cinco por ciento de nuestra comunicación es no verbal.
Por motivos diferentes al tema que estamos tratando no podía marcharme de casa tan fácilmente. Hasta que no cumplí veinticinco años no pude ser independiente. Cuando lo conseguí, aun sabiendo que en la casa de mis padres no iba a sufrir más que humillaciones, no sé por qué pensaba que tenía la obligación de visitarlos, aunque cuando regresaba a mi propia casa solía tardar unos días en recuperar mi estado de ánimo.
No quería volver a un lugar dónde no sólo no me respetaban, sino que me herían. Después de tanto tiempo, y de tantas y tantas reflexiones, aún me sentía culpable porque deseaba alejarme de ellos. No sé en qué libro leí que hay personas cuya naturaleza es como la del fuego. La naturaleza del fuego es quemar, si acercas tu mano a él, seguro que la quemará y no estará haciendo nada malo sino lo que le dicta su naturaleza. Finalmente concluí que mis padres actuaban conmigo como el fuego y que, si me acercaba a ellos, de nuevo acabarían quemándome. Aunque mitigué mis sentimientos de culpabilidad en aquel momento, tarde mucho tiempo en decidir no volver a pisar por su casa.
Creo que admitir que tus padres no te quieren, es algo terrible. Sobre todo, a las edades en las que empiezas a despertar a la vida. No sabes realmente qué sucede, pero sin duda adviertes que algo va MUY MAL.
En realidad, cuando uno descubre que sus padres le rechazan por ser homosexual, no debería mendigar su amor; debería alejarse y encontrar un lugar donde sí lo quisieran. Pero cómo puedes pedir a un adolescente o a un joven sin recursos lanzarse al mundo, a vagar por las calles sin saber dónde vivir y lo que puede o no puede hacer para mantenerse con vida.
Yo nunca supe lo que hacer, por esa razón soy incapaz de dar ningún consejo. Sólo de adulto me di cuenta que no quería para nada unos padres como aquellos, que menoscabaron mi autoestima, mi amor propio y la confianza en mí mismo. El único consejo que puedo dar, en caso de tener unos padres así, es el de protegerte de ellos impidiendo que puedan herirte, que trabajes en cuanto te sea posible, para ser autosuficiente y poder alejarte de su influencia.
Si no comprenden porque te rechazan, por falta de capacidad para entender los argumentos con los que he iniciado este apartado, es inútil que trates de cambiarlos, ya que se regirán por sus instintos más básicos, que les impedirán cualquier tipo de razonamiento.
¿Para qué quiero unos padres así?
Naturalmente, si tus padres no son del modo en el que he descrito, no necesitarás defenderte de ellos sino participar de su amor, correspondiendo en la misma medida con sus atenciones y cuidando de ellos del mismo modo que cuidaron o cuidan de ti. Ojalá yo hubiera experimentado lo que es eso.
Y qué hago con mis padres, ¿se lo digo? ¿Les digo que soy homosexual?
Depende de cómo sean tus padres. De lo que confíes en ellos. Aunque ellos puedan imaginarlo, hasta que tú no se lo confirmes, solamente lo supondrán. Yo nunca se lo dije; aunque sé que lo sabían. Para mí hubiera sido mucho peor. En consecuencia, yo no soy quién para decir lo que tienes o no tienes que hacer. Creo que una de las cosas en las que consiste convertirse en adulto está en el hecho de tener que tomar decisiones por uno mismo y, a veces, equivocarnos. Equivocarse es normal, así que por eso no debemos preocuparnos demasiado. Y cómo he dicho anteriormente la fidelidad principal está hacia nosotros mismos, hacia nuestra conciencia personal.
Personalmente, no creo en los sacrificios aislados por ningún tipo de causa. Si sabes que tus padres te van a condenar o rechazar, espera al menos a ser fuerte mentalmente o a tener los apoyos suficientes para no quedarte tirado en la calle, si no puedes soportar su presión.
Mi consejo es que, si vas a decírselo a tus padres, no te encuentres en ese momento socialmente solo. Estate en contacto con algún amigo de verdad o contacta con la alguna asociación que pueda orientarte en cuanto a cómo superar las reacciones imprevistas que irremediablemente se producirán, por muy liberales que tus padres te parezcan. Hay quienes piensan que no es algo que se deba decir con palabras, que uno debe limitarse a ser como es y que tus actuaciones serán las que convertirán en evidencia lo que seguramente ya es casi una certeza.
Por otra parte, el hecho de ser padre no es garantía de nada para con los hijos. Habrá buenos padres en las buenas personas, malos padres en las malas y, entre medio de esos dos extremos, una enorme escala de grises. Además, la creencia de que la madre te va a entender mejor debido a su sensibilidad por ser mujer, es un tópico como muchos otros. Su reacción puede ser tan agresiva psicológicamente como lo pueda ser la del padre. Es posible que lo sepa mucho antes que tu padre, pero eso no hará que lo acepte por el solo hecho de que seas su hijo. En consecuencia, deberás forzarte a ser adulto y tomar tu propia decisión.
Nota: Hay un post anterior que explica por qué les resulta dificil a algunos padres aceptar que su hijo es homosexual. Se titula (Ser Gay. La dificultad para que lo acepten algunos padres)
Fragmento del libro "Dejé unas notas para ti".
Nota del autor. Aunque el libro está editado iré publicando aquí algunos de sus capítulos, como este, por si a alguna persona que no puede comprar el libro le puede servir.
www.escritorvalentinmartinezcarbajo.com
Puedes leer 6 poemas del libro de poesía homoerótica del autor pinchando aquí.